Hoy Marzo 21 de 2010 se marca un hecho histórico para el país más poderoso económicamente y militarmente del mundo en nuestra era. El congreso de los Estados Unidos de América ha aprobado las leyes que extenderán la cobertura de seguro social más de 30 millones de sus ciudadanos. El presidente de ese país, Barack Obama, invirtió casi todo un año en promover el nuevo programa de seguro social dentro de su nación.
La tarea nunca la tuvo fácil. Este es un país que describe el éxito para sus conciudadanos con los ideales má s radicales del capitalismo. Estados Unidos de América es el ícono de muchos pensadores e idealistas capitalistas que toman el desarrollo social y económico en esa nació n como el ejemplo a seguir. En especial el presidente Obama tuvo una tarea tediosa de convencimiento, dado que al iniciar su campaña no contaba ni con el total apoyo de sus propios compañeros de partido.
Para los que apoyaron el cambio propuesto por el presidente Obama, hoy es un día en que se materializa un avance en justicia social para ese país. Algunos políticos consideran que la legislación podría ser el acta en derecho humano más importante durante el siglo 21.
Por otro lado, los contrarios al cambio apostaron al continuismo de coberturas existentes en seguro social. Muchos de ellos, del partido Republicano, se empeñaron en indicar que la nueva legislación agrandaría el papel del gobierno a niveles intolerables. Las acusaciones de parte de los opositores (y al mismo tiempo promotores del sistema de seguro social que beneficia sólo a «quien se esfuerza lo suficiente para poder pagarlo») llevaron el odio a sus mejores ejemplos durante la campaña.
Mi apreciación es que eso es lo que logra el radicalismo. Siempre que adoptamos nuestras posturas más radicales nos separaremos más entre seres humanos. Puedo decir esto con un gran conocimiento de causa, pues la mayor parte de mi vida la he hecho en Costa Rica. Un país que aparentemente no tuvo opción para los extremismos. Costa Rica es un país donde las decisiones involucraron gran tolerancia para los contrarios a ellas.
Sin embargo, los medios de comunicación masiva permiten ver más y con mejor detalle a la generación de líderes que hoy rondan nuestro país. Tenemos de todo, gracias a Dios. Mesurados, educados, formados con valores muy costarricenses, los de otras latitudes en el mundo que nos quieren guiar, los jóvenes y los no tanto. También tenemos los radicales. Luego de casi 30 años de haber caído el muro de Berlín, parece que los radicales comunistas se han replegado. Sin embargo, los que se han renovado en imagen pero no en ideas, son los capitalistas extremos. Aun existen de esos dinosaurios que nos quieren recetar lo que se ha demostrado no sirve y que hace que líderes como el presidente Obama retome una senda de justicia social, aun por encima de los ideales tradicionales de la nación que él lidera.
Ojalá todo fuera tan sencillo como esperar que tales personajes extremistas aprendieran por cuenta propia. Pero es lo más probable que obsesivos de poder con ideas retrógradas como, por ejemplo, el Sr. Otto Guevara y sus seguidores de causa, no puedan aceptar que el mundo aprendió su lección. Las doctrinas no pueden seguir modelos anticuados.
En fin, en buena hora para los estadounidenses que decidieron unirse a la constelación de naciones que ha aprendido que el capitalismo puro y salvaje sólo nace si dejamos que el odio reine en el corazón del ser humano.