Estamos ante hechos históricos para este país y es una alegría poder vivirlos bajo el ideal de experiencia ganada. Este es mi primer análisis que no tocará las grandes razones que pudieron estar en las cabezas de los votantes el domingo recién pasado. Este análisis es meramente numérico.

Los perdedores

Movimiento Libertario: si lo vemos en perspectiva, pasar de ser la tercera fuerza electoral en 2010 a ser la cuarta, y de haber colocado 6 diputados a 3, es definitivamente una pérdida. Es, tal vez, el único y gran derrotado de este proceso. Se hace mucho más evidente el papel de perdedor luego de que circularan los resultados de algunas encuestas que ubicaban la intención de voto por este partido en un nivel que le daba probabilidades para disputar la presidencia de la República en una segunda ronda.

Partido Liberación Nacional: definitivamente fueron la sorpresa de la noche al no mantener su posición de primer lugar en el conteo de votos. Nadie lo pudo haber vaticinado. Para el partido tradicionalmente gobernante en Costa Rica, este es un duro traspié a sobrellevar. No dejan de ser una fuerza grande a nivel nacional, con mucha experiencia en campañas electorales y de obvia atención para quienes nos atraen estos procesos. Desde ahora se pueden seguir las posibles purgas internas dados los resultados para el reacomodo de enfoque… y por el entretenimiento personal.

Los ganadores

Frente Amplio: un partido “uni-diputado” desde 2010 pero que al cerrar este proceso remonta la cantidad de diputados a 9, aún más que los que el Movimiento Libertario había alcanzado siendo la tercera fuerza electoral en su momento. Este partido estuvo en boca de todos y si bien es cierto no concretó el caudal de votos que los números de las encuestas arrojaban, definitivamente ya no es el partido pequeño de hace 4 años.

Partido Acción Ciudadana: esta es realmente la revelación de estas elecciones. Hace 4 años este partido seguiría siendo la segunda fuerza electoral del país, pero nunca se previó su ascenso a ser la primera en cuestión de meses, si sólo consideramos el proceso electoral que inició en 2013. De mi recuento en lectura de encuestas, sólo el resultado provisto por El Semanario Universidad el 28 de enero daba una pequeña luz del cambio que se avecinaba: el PAC estaba creciendo. Y es que estos resultados se publicaron cuando los últimos debates apenas calaban en la población, lo que me hace asumir que ese “crecimiento” no contaba la historia completa. Sin embargo, fue esa misma publicación la que dio luces sobre otras tendencias claras, el Frente Amplio estaba desinflándose junto al Movimiento Libertario.

El de en medio

Partido Unidad Social Cristiana: las bases de todo proyecto son fundamentales para su desarrollo y construcción. El caso el que el PUSC arrancó el proceso electoral de forma muy turbulenta (su candidato a la presidencia renunció dos veces). El partido se hizo de una figura solitaria y cuyo resultado de campaña le permite colocar 8 diputados en la Asamblea Legislativa. Ciertamente estos efectos no son del partido que históricamente disfrutaba de buenos resultados electorales y hasta alternaba el uso de la silla presidencial desde hace 30 años. Pero no deja de sorprender su “regreso” a una posición un poco más sólida en al ámbito nacional. Si mis cálculos no fallan, estos son los diputados que tendrán poder de participación y decisión en los votos legislativos más cruciales, si el PLN no gana las elecciones presidenciales en abril.

Y para cerrar tengo que mencionar las cifras de las encuestas, por supuesto. Para ello voy a asumir que todo lo que las casas encuestadores y las publicaciones dicen sobres sus presentaciones es verdad (“los resultados son el reflejo del momento”, “los márgenes de error son provistos para indicar un rango de desviación con la realidad”, “sólo publicamos lo que la gente nos quiere decir”, etc). Por ende, voy a asumir también que de su parte no hay “mala intención” ni manipulación de los datos. Lo voy a hacer así porque me facilita la conclusión de su papel.

Arrogándome todo lo anterior como verdad, entonces concluyo que la intención de voto fue mucho más dinámica que lo habituado. O sea, los votantes cambiaron su preferencia varias veces. Para mí la explicación tras este dinamismo estaría en el tipo de población que vota y el acceso a la información de su interés. Si es internet, la radio o la televisión, no es relevante en mi conclusión, sino el cambio de intención dados los datos agregados en la mente del indeciso. Tal vez ya entramos en la era digital que les permite a estos nuevos hijos de la patria reflexionar sin tradicionalismos o comentarios sacados de las sombras de la Guerra Fría. Y de ser así, los candidatos actuales deberían aportar muchos más detalles de carácter individual y recientes que se tornan relevantes para estas generaciones, en vez de refugiarse en logros históricos. Digo yo.