Y recién llegaste…

Cuando puedo inhalar tu aliento porque apoyas tu cabeza en mi pecho siento como si fueras parte de mí.

Si tus manos estrechan las mías porque buscas el apoyo de un hombre, sé que me necesitas.

Es con tus ojos dormilones que buscan la paz de mi abrazo que me dices, inconscientemente, cuántodebo de mi vida en ti.

Por cosas como estas me seguiré empeñando en acumular mis besos en tu piel, para cubrirte del amor que algún día negarás… cuando seas grande.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.