Al recoger mi correspondencia en mi apartado postal me desilusiono ver tantas comunicaciones de ofertas que llenan mi cajita del correo. Mucho papel se utiliza para dejarme saber sobre salones de belleza, cursos de inglés, ofertas de llantas usadas, servicios a domicilio y tanto má s que no vale la pena mencionar.
Hace unos 6 años me desilusionaba aun más, cuando aunado a las ofertas inservibles recogía sobres gruesos llenos con papel impreso con estados de cuenta. Impresos, por cierto, por un solo lado de la hoja.
Me siento un poco alegre por haber cambiado ese paradigma y aunque sé que mi esfuerzo ha sido meramente individual, creo que otras personas podrían aplicarlo y mejorarlo.
La iniciativa la tomé cuando un servicio de bolsa en Estados Unidos (TD Ameritrade) me dio las condiciones de sus procesos de comunicación a clientes. Una de ellas es tajante: todos los estados de cuenta y comunicaciones será n publicados en su sitio web. Es mi deber como usuario acudir regularmente al sitio para mantenerme informado. Opcionalmente puedo solicitar que la misma información sea enviada a mi apartado postal… por un costo adicional, nada cómodo. Simplemente brillante.
Mi primer intento fue frustrante. El funcionario que me atendió del BAC San José me dijo que mi petició n era un imposible. Aun presentándole mi anécdota con TD Ameritrade, el representante del banco se negó. No me di por vencido. Unos días después volví a llamar y les expuse el problema desde la perspectiva más lógica: «¿O sea, ustedes los del banco están a favor del desperdicio de papel, cuando hoy en día eso es una vergüenza institucional?». En una semana me explicaron los pasos que tomarían para evitar que se imprimiera mi estado de cuenta. De igual modo me advirtieron que desde ese instante en adelante sería mi responsabilidad verificar mis saldos en su página web (como si las responsabilidades ante un banco alguna vez estuvieran del lado de ellos, ¡ja!).
Con este pequeño logro decidí llamar a cuanta entidad de servicios pude para solicitarles que descontinuaran sus envíos de comunicaciones en papel. Lo hice con todos los bancos, con mis servicio de cable y seguridad privada. Mi apartado postal sigue recibiendo las típicas e inútiles ofertas, pero logré reducir la correspondencia en unos siete sobres por mes.
Mi último logro en este campo fue con la Operadora de Pensiones Complementarias de la CCSS. Ellos también pueden evitar que se manden estados de cuenta semestrales. Estoy seguro que el mensaje de desperdicio que incluyo en mis solicitudes de este tipo tiene un excelente efecto.
Así que, ante tanto desperdicio que puedes evitar, ¿tú ya pediste menos papel?
Quisiera hacerle una pregunta sobre su experiencia con TD Ameritrade desde acá en Costa Rica.
¡Claro! Me puede escribir a ernesto@inconsideratus.com