En mi último viaje por Centroamérica, para ser más preciso, al El Salvador, tuve la necesidad de usar mis tarjetas de débito del BAC San José ( MasterCard) para pagar por servicios en 3 diferentes puntos.

Un miércoles en la noche logré pagar en un restaurant capitalino, sin ningún problema. Al día siguiente, traté de hacer lo mismo en un restaurant del hotel donde me hospedaba, pero mi tarjeta fue denegada.

Aún atónito con el hecho, aunada a la vergüenza no fundamentada que no me daba una explicación, le di a la mesera otra tarjeta para que se cobrara (Visa, Credomatic)… esta vez todo salió bien. Eran alrededor de las 8 pm.

Al día siguiente me decidí salir a comer con un grupo de amistades. De paso, San Salvador es una ciudad con una infraestructura y seguridad envidiable para los costarricenses. Esta vez, en lugar de jugar con mi suerte con una tarjeta de débito del BAC San José de inmediato a acudí a la de crédito. Pagué el monto total de la mesa en que nos encontrábamos. Igual que el día anterior, no hubo ningún contratiempo. Claro, mi duda persistía con respecto a mi tarjeta de débito.

De este modo decidí darle una oportunidad más. A las 6 am del sábado de esa semana decidí entregar mi tarjeta de débito al hotel para que se cobrara mi estadía… la sorpresa no lo fue tanto: de nuevo me indicaron que estaba denegada. El concierge del hotel lo intentó otras dos veces bajo mi pedido y el resultado fue el mismo.

Incluso llamando a Credomatic en El Salvador no se produjo ningún cambio. Frustrado una vez más, me apresté a usar mi tarjeta de crédito. Sin ningún contratiempo mi voucher estaba listo. Había pagado una cuenta de unos US$300 y estaba libre para volar de regreso a Costa Rica.

Al llegar a Costa Rica me propuse la tarea de averiguar qué sucedió. Inmediatamente entré a la página de web del BAC San José donde mis cuentas se mostraban con suficientes fondos y parecían no tener ningún movimiento extraño. Así marque al número de servicio al cliente.

Evelyn Jiménez, una agente de servicio al cliente me indicó que en un principio yo debía haber llamado al BAC San José para notificarles sobre mi viaje. A esto yo le contesté que me parecía ridículo el hecho de tener tarjetas de débito de carácter internacional para las cuales un permiso de uso en el exterior era requerido.

Ya con mi voz alzada pero no gritando le solicité que me desactivara cualquier bloqueo en mis cuentas de uso internacional. Me puso en espera por minutos.

Cuando Evelyn regresó me dijo que realmente las cuentas no tenían ningún bloqueo anterior (?????). Cómo ella no se lograba explicar la situación le pedí que me pasara a su supervisor para obtener el detalle de alguien quien sí podría dármelo.

La supervisora se llamaba Karol.

Después de haberme escuchado explicando todos los detalles por segunda vez (Evelyn no le contó mi historia), me repitió que mis cuentas no tenían problema alguno.

Sin embargo, esta fue su explicación a lo sucedido:

1. Toda tarjeta MasterCard o Visa tienen un proceso de comunicación de tres fases pues primero se conectan con el comercio afiliado, quien por medio de su solicitud de autorización se conectan a su casa matriz (MasterCard o Visa) y de ahí al banco emisor. En mi caso la comunicación debió haber sido El Salvador – Estados Unidos – Costa Rica.

2. Como mis tarjetas se encontraban bien, y el comercio logró pasar mi otra tarjeta, entonces el problema no residía en El Salvador ni en Costa Rica. Karol me dijo que el problema se localizaba en la comunicación con MasterCard. Sí, le echó la culpa a un problema de comunicación propio de MasterCard. Con eso me explicó que el problema de comunicación con Visa no existía, y por eso mi tarjeta de crédito no fue denegada.

Sigo impresionado por la respuesta de Karol.

Pero como se lo indiqué a ella, esto me ayuda a comprender por qué debo pasar mi uso primordial de cuentas a mi tarjeta de débito de HSBC: es Visa.

¡Gracias Karol, por haberme liberado del BAC San José y MasterCard!